FOCUS® 500 Comprimidos

BAYER

Paracetamol

Sistema Nervioso Central : Analgésicos Antitérmicos

Composición: Cada comprimido contiene: Paracetamol 500 mg.
Indicaciones: Tratamiento sintomático de corto plazo de estados dolorosos y febriles de leves a moderados. Usos: Dolor de cabeza, muelas, musculares, dolor de garganta, dolor menstrual y para bajar la fiebre.
Propiedades: Acción farmacológica: Se desconoce el mecanismo exacto de la acción del paracetamol aunque se sabe que actúa a nivel del sistema nervioso central. Se cree que el paracetamol aumenta el umbral al dolor inhibiendo las ciclooxigenasas en el sistema nervioso central, enzimas que participan en la síntesis de las prostaglandinas. Sin embargo, el paracetamol no inhibe las ciclooxigenasas en los tejidos periféricos, razón por la cual carece de actividad antiinflamatoria. El paracetamol también parece inhibir la síntesis y/o los efectos de varios mediadores químicos que sensibilizan los receptores del dolor a los estímulos mecánicos o químicos. Los efectos antipiréticos del paracetamol tienen lugar bloqueando el pirógeno endógeno en el centro hipotalámico regulador de la temperatura, inhibiendo la síntesis de las prostaglandinas. El calor es disipado por vasodilatación, aumento del flujo sanguíneo periférico y sudoración. La sobredosis de paracetamol o el uso continuo de este fármaco puede ocasionar hepatotoxicidad y nefropatía, debidas a un metabolito oxidativo que se produce en el hígado y en menor grado, en el riñón. Este metabolito se une de forma covalente a las proteínas que contienen azufre, originando una necrosis celular. La depleción de las reservas de un glutatión constituye el inicio de la toxicidad hepática del paracetamol. La administración de N-acetilcisteína o metionina reduce la toxicidad hepática, pero no previene la toxicidad renal, en la que juegan un cierto papel los conjugados sulfurados del paracetamol y que se caracteriza por nefritis intersticial y necrosis papilar. Farmacocinética: El paracetamol se absorbe rápida y completamente por vía oral, desde el tracto gastrointestinal, y bastante bien por vía rectal, teniendo la ventaja de evitar el primer paso hepático. Existen también preparaciones intravenosas. El máximo de concentraciones plasmáticas ocurre de 30 a 60 minutos después de la dosis oral. La biodisponibilidad es muy elevada (cercada al 100%) y se metaboliza principalmente en el hígado, donde la mayor parte se convierte en compuestos inactivos por formación de sulfatos y glucurónidos, y posteriormente son excretados por los riñones. Solamente una pequeña proporción se metaboliza mediante el sistema enzimático del citocromo P-450 en el hígado, por acción de las oxidasas mixtas, originando N-acetilbenzoquinoneimida que es inactivado por reacción con los grupos sufhidrilo del glutatión y eliminado en la orina conjugado con cisteína y ácido mercaptúrico. Dosis elevadas de paracetamol saturan sus otras 2 vías metabólicas y se crea un exceso de N-acetilbenzoquinoneimida que agota los niveles hepáticos de glutatión. Entonces el metabolito puede reaccionar covalentemente con aminoácidos de las enzimas y las proteínas hepáticas, a las que inactiva y llega a provocar necrosis hepática aguda. Los niños tienen una menor capacidad de glucuronidación, lo que los hace más susceptibles a sufrir este trastorno. Su vida media de eliminación es de 4 horas aproximadamente.
Posología: Este medicamento se administra vía oral, con un vaso de agua, 30 minutos antes ó 2 horas después de las comidas. Adultos y niños mayores de 12 años: 1 comprimido cada 6 u 8 horas. Dosis máxima: 4 g/día (8 comprimidos de 500 mg).
Efectos Colaterales: Las reacciones adversas al medicamento mencionadas se basan en informes espontáneos, de modo que no es posible organizarlos de acuerdo con las categorías de frecuencia del CIOMS III. Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Cambios en el recuento sanguíneo incluyendo trombocitopenia, púrpura trombocitopénica, leucopenia y pancitopenia. Trastornos gastrointestinales: Náuseas, vómitos, molestias estomacales, diarrea y dolor abdominal. Trastornos hepatobiliares: Insuficiencia hepática, hepatitis, así como falla hepática dependiente de la dosis, necrosis hepática (incluyendo resultado fatal). El uso crónico no aprobado puede conducir a la fibrosis hepática, cirrosis hepática incluyendo resultados fatales (ver las secciones Posología y Sobredosificación). Trastorno del sistema inmunológico: Reacciones alérgicas, reacción anafiláctica y choque anafiláctico. Trastornos del sistema nervioso: Mareos, somnolencia. Trastornos renales y urinarios: Daño renal, especialmente en casos de sobredosis. Trastornos respiratorios, torácicos y mediastinales: Broncoespasmo y asma, incluyendo el síndrome de asma por analgésicos. Trastornos de la piel y el tejido subcutáneo: Erupción, prurito, urticaria, edema y angioedema alérgico, pustulosis exantematosa generalizada aguda, erupción debido a fármaco fijo, eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y necrólisis epidérmica tóxica (incluyendo resultado fatal).
Contraindicaciones: Paracetamol no deberá ser utilizado en los siguientes casos: Hipersensibilidad al paracetamol o a cualquiera de los componentes del producto. Insuficiencia hepática severa (Child-Pugh >9).
Advertencias: Advertencias especiales y precauciones para el uso: Debido la toxicidad hepática paracetamol no deberá tomarse en dosis más altas o períodos más prolongados que lo recomendado. El uso durante períodos más prolongados que lo recomendado más de largo puede conducir a secuelas hepáticas severas, tales como cirrosis hepática. Una sobredosis aguda o crónica puede conducir a hepatoxicidad severa, ocasionalmente con resultado mortal (ver Sobredosificación). En los pacientes que padecen enfermedades hepáticas o infecciones que afectan al hígado tales como hepatitis viral podrían requerirse determinaciones de la función hepática a intervalos periódicos durante el tratamiento con dosis altas o a largo plazo, especialmente en pacientes con enfermedad hepática preexistente. Los pacientes con insuficiencia hepática (Child-Pugh<9) deben utilizar paracetamol con cautela. Puede presentarse una elevación de la alanina aminotrasferasa sérica (ALT) durante la administración de dosis terapéuticas del paracetamol. La ingesta moderada de alcohol y la administración concomitante de paracetamol potencialmente conduce a un mayor riesgo de toxicidad hepática. En los pacientes que padecen enfermedades renales podría requerirse el ajuste de la dosificación. En caso de insuficiencia renal severa (depuración de creatinina <10 ml/min) el médico deberá evaluar críticamente la proporción de riesgo/beneficio del uso del paracetamol. Se deberá asegurar el ajuste de la dosificación y un monitoreo continuo. En general, el uso continuado del paracetamol, especialmente del paracetamol en combinación con otros analgésicos, puede conducir al daño renal permanente y al riesgo de falla renal (nefropatía analgésica). El uso prolongado de dosis altas puede conducir a daño hepático y renal. Las condiciones que aumentan el estrés oxidativo hepático y disminuyen la reserva hepática del glutatión, tales como una variedad de fármacos concomitantes, alcoholismo, sepsis o la diabetes mellitus pueden colocar al paciente en mayor riesgo de toxicidad hepática al paracetamol en las dosis terapéuticas. El uso del paracetamol en pacientes que padecen del síndrome de Gilbert puede conducir a hiperbilirubinemia más pronunciada y a los síntomas clínicos de la misma, por ejemplo, ictericia. Por consiguiente, estos pacientes deben utilizar paracetamol con cautela. Se deberá evitar la administración concurrente de otros fármacos que contienen paracetamol. No se requiere de ajuste específico de las dosis en pacientes geriátricos.
Precauciones: Embarazo y lactancia: Embarazo: Los datos procedentes de los estudios epidemiológicos sobre el uso terapéutico del paracetamol no dan lugar a ninguna preocupación sobre los posibles efectos no deseados con respecto al embarazo, o al desarrollo fetal/neonatal. Los datos prospectivos recopilados con respecto a la sobredosis durante el embarazo no demostraron ningún riesgo aumentado de malformaciones. En los datos procedentes de estudios de la reproducción sobre el uso oral del paracetamol no se encontraron evidencia de malformaciones o toxicidad para el feto. No se recomienda que el paracetamol sea utilizado durante un período de tiempo prolongado, en dosificaciones más altas o conjuntamente con otros fármacos durante el embarazo. No se ha confirmado el uso seguro bajo dichas condiciones. Considerando la proporción de riesgo/beneficio, el paracetamol se puede utilizar durante el embarazo, pero debe ser usado únicamente según lo indicado por un médico. Lactancia: Paracetamol se traspasa en pequeñas cantidades a la leche materna. Aunque hasta esta fecha no se hayan observado efectos no deseados, el paracetamol sólo se debe usar durante la lactancia según lo indicado por un médico. Efectos sobre la capacidad de conducir y utilizar maquinaria: Algunos pacientes pueden experimentar vértigos o somnolencia con el uso del paracetamol. Los pacientes deben tener precaución al realizar actividades que requieren de concentración.
Interacciones Medicamentosas: Interacciones con otros medicamentos y otras formas de interacción: Los fármacos que conducen a un vaciamiento gástrico demorado, por ejemplo, después del uso de propantelina, pueden conducir a una absorción más lenta del paracetamol y así a un retardo en el inicio de la acción. Los fármacos que conducen a un vaciamiento gástrico acelerado, por ejemplo, después del uso de metoclopramida, pueden conducir a una absorción más rápida del paracetamol y así a una aceleración en el inicio de la acción. El uso concomitante de fármacos que causan inducción enzimática en el hígado, por ejemplo, ciertos hipnóticos y antiepilépticos (glutetimida, fenobarbital, fenitoína, carbamazepina, etc.) o rifampicina puede conducir a daño hepático incluso a continuación de dosis del paracetamol que de otra manera serían inofensivas. En caso de abuso de alcohol, tomar paracetamol, incluso en dosificaciones terapéuticas, puede dar lugar a daño hepático. Se intensifican los efectos de lo siguiente: la combinación con cloranfenicol puede prolongar la semivida del cloranfenicol y potencialmente aumentar así su toxicidad. El paracetamol (o sus metabolitos) interfieren con las enzimas implicadas en la síntesis del factor de coagulación dependiente de la vitamina K. Las interacciones entre el paracetamol y los derivados de warfarina o de la cumarina pueden conducir a un elevado cociente normalizado internacional y a un mayor riesgo de sangrado. Por lo tanto, los pacientes que reciben anticoagulantes orales no deben tomar paracetamol durante períodos prolongados sin supervisión médica. El tropisetron y el granisetron, antagonistas de la hidroxitriptamina 5 tipo 3, pueden inhibir totalmente el efecto analgésico del paracetamol a través de una interacción farmacodinámica. El uso simultáneo del paracetamol y de AZT (zidovudina) aumenta la tendencia hacia una reducción en el recuento de glóbulos blancos (neutropenia). Por lo tanto, paracetamol no debe administrarse en conjunto con AZT, excepto bajo orden médica. Es mejor evitar la terapia combinada continua con más de un medicamento analgésico, existen pocas evidencias que indiquen un beneficio adicional para el paciente, y la incidencia de efectos secundarios suele ser aditiva.
Sobredosificación: Toxicidad aguda: El efecto más importante de la intoxicación aguda es la hepatotoxicidad: el daño hepatocelular es causado por la unión de los metabolitos reactivos del paracetamol a las proteínas de las células del hígado. En las dosis terapéuticas estos metabolitos se unen al glutatión, formando conjugados no tóxicos. En el caso de una sobredosis masiva se agota el suministro de donantes SH del hígado (los que promueven la formación del glutatión), los metabolitos tóxicos se acumulan y ocurre la necrosis de las células del hígado, con el consiguiente deterioro de la función hepática, progresando al coma hepático. De manera independiente también se ha descrito daño renal como resultado de la necrosis tubular renal. El umbral de sobredosis puede reducirse en pacientes que toman ciertos medicamentos o alcohol, o están gravemente desnutridos. Toxicidad crónica: La toxicidad crónica incluye diferentes deterioros hepáticos (ver Síntomas de intoxicación). Los datos relacionados con la toxicidad crónica y especialmente la nefrotoxicidad del paracetamol son polémicos. Con la ingesta crónica se debe poner atención a la posible influencia sobre el recuento de sangre periférica. Síntomas de intoxicación: El inicio de la intoxicación aguda se caracteriza por náuseas, vómitos, dolor abdominal, transpiración y malestar general. La condición del paciente puede mejorar durante 24 a 48 horas, aunque es posible que los síntomas no desaparezcan totalmente. El tamaño del hígado aumenta con rapidez, los niveles de transaminasas y de la bilirrubina están elevados, el tiempo de protrombina se transforma en patológico, el débito urinario se reduce, puede desarrollarse azotemia leve. Después de 3 a 5 días las manifestaciones clínicas frecuentes son ictericia, fiebre, fetidez hepática, diátesis hemorrágica, hipoglucemia y falla hepática. La falla hepática puede progresar a todas las etapas de encefalopatía hepática, edema cerebral y muerte. La insuficiencia renal aguda con necrosis tubular aguda, sugerida fuertemente por dolor en el costado, hematuria y proteinuria, puede desarrollarse incluso en ausencia de daño hepático severo. Tratamiento de la intoxicación: Generalmente se deben iniciar cuidados médicos intensivos con monitoreo cercano de los signos vitales, de los hallazgos del laboratorio y de la condición circulatoria. En el caso que se sospeche la intoxicación con paracetamol, es útil una administración intravenosa de los donantes del grupo SH (por ejemplo, metionina, cisteamina o N-acetilcisteína) dentro de las 10 horas desde la ingesta, dado que conjugan los metabolitos reactivos y de este modo ayudan a su desintoxicación normal. La N-acetilcisteína puede ser protectora hasta cierto punto durante el período de hasta 48 horas después de la ingesta. El lavado gástrico es útil dentro de las primeras 6 horas. La hemodiálisis y la hemoperfusión apoyan la eliminación de la sustancia. Se recomienda controlar la concentración plasmática de paracetamol.
Presentaciones: Envase conteniendo 20 comprimidos.