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Composición:
Rubifen 10 mg SR: Cada comprimido de contiene: Clorhidrato de Metilfenidato 10 mg. Rubifen 20 mg SR: Cada comprimido contiene: Clorhidrato de Metilfenidato 20 mg. Relación de excipientes: Fosfato Cálcico Dibásico Dihidratado, Celulosa Microcristalina, Almidón de Maíz, Estearato de Magnesio. Forma farmacéutica: Comprimidos redondos, blancos, planos.
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Acción Terapéutica:
Clasificación farmacoterapéutica: Psicoanalépticos, psicoestimulantes y nootrópicos, simpaticomiméticos de acción central (Código ATC. N06B A04).
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Indicaciones:
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños (de edad superior a 6 años) y adolescentes, como parte de una estrategia terapéutica global: Rubifen está indicado como parte de un programa de tratamiento global para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños (de edad superior a 6 años) y adolescentes cuando otras medidas correctivas se han mostrado insuficientes. El tratamiento debe realizarse bajo la supervisión médica de un especialista en alteraciones del comportamiento en la infancia. El diagnóstico debe realizarse según el criterio DSM-IV o las directivas ICD-10, y basarse en un historial y evaluación completos del paciente. Un tratamiento adecuado incluye habitualmente el uso de medidas psicológicas, educativas y sociales y está dirigido a estabilizar niños con un síndrome de comportamiento caracterizado por síntomas que incluyen historial crónico de atención de corta duración, distracción, inestabilidad emocional, impulsividad, hiperactividad de moderada a grave, signos neurológicos menores y EEG anormal. Puede alterarse o no el aprendizaje. El tratamiento con Rubifen no está indicado en todos los niños con este síndrome y la decisión de administrar este fármaco debe estar basada en la evaluación completa de la gravedad y cronicidad de los síntomas del niño en relación con su edad. No se recomienda el uso de estimulantes en pacientes que presentan síntomas secundarios a factores ambientales u otras alteraciones psiquiátricas primarias, incluyendo psicosis. La aplicación de medidas educativas es primordial, y la intervención psicosocial a menudo es de utilidad. Dada la cantidad de principio activo metilfenidato contenido en Rubifen 20 mg, no se recomienda su empleo como terapia de inicio ni para niños de peso inferior a 40 kg.
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Propiedades:
Propiedades farmacodinámicas: Mecanismo de acción: El clorhidrato de metilfenidato es un estimulante débil del sistema nervioso central (SNC) con efectos más destacados sobre las actividades mentales que sobre las motoras. Su mecanismo de acción en el hombre no se conoce completamente, pero se cree que bloquea la recaptación de noradrenalina y dopamina en la neurona presináptica, e incrementa la liberación de estas monoaminas en el espacio extraneuronal. El metilfenidato es una mezcla racémica constituida por el d-isómero y el l-isómero. El mecanismo por el cual el metilfenidato ejerce sus efectos mentales y de comportamiento en niños no está claramente establecido, tampoco hay evidencia concluyente que demuestre como estos efectos están en relación con el sistema nervioso central. Propiedades farmacocinéticas: Absorción: El principio activo, clorhidrato de metilfenidato, se absorbe rápida y casi completamente de los comprimidos. Debido al extenso metabolismo de primer paso, su disponibilidad sistémica es de sólo un 30% de la dosis. La administración junto con la comida acelera su absorción, pero no tiene influencia alguna sobre la cantidad absorbida. La concentración plasmática máxima de aproximadamente 9 ng/ml se alcanza 1-2 horas después de la administración. La concentración plasmática máxima presenta una considerable variabilidad entre sujetos. El área bajo la curva de la concentración plasmática (AUC), así como la concentración plasmática máxima (Cmax) son proporcionales a las dosis administradas. Distribución: En sangre, el metilfenidato y sus metabolitos se distribuyen en el plasma (57%) y en los eritrocitos (43%). El metilfenidato y sus metabolitos se unen poco a las proteínas plasmáticas (10-33%). El volumen de distribución aparente es de 15.2 l/kg. Biotransformación: La biotransformación del metilfenidato es rápida y extensa. La concentración plasmática máxima del ácido 2-fenil-2-piperidilacético (PPAA) se alcanza aproximadamente 2 horas después de la administración de metilfenidato y es 30-50 veces superior a la del fármaco inalterado. La vida media de PPAA es aproximadamente 2 veces la de metilfenidato y el aclaramiento sistémico es de 0.17 l/h/kg. Solamente se detectan pequeñas cantidades de metabolitos hidroxilados (hidroximetilfenidato y ácido hidroxiritalínico). La actividad terapéutica parece ser principalmente debida al compuesto original. Eliminación: El metilfenidato se elimina del plasma, con una vida media de 2 horas, y el aclaramiento sistémico es de 10 L/h/kg. La principal parte de la dosis administrada se elimina por la orina y la menor parte por las heces en forma de metabolitos. El metilfenidato inalterado aparece en la orina sólo en pequeñas cantidades. La mayor proporción de la dosis se elimina en la orina en forma de PPAA. Características en los pacientes: No hay diferencias aparentes en el comportamiento farmacocinético del metilfenidato en niños hiperactivos y en voluntarios sanos adultos. Los resultados de eliminación de pacientes con función renal normal sugieren que la excreción renal de metilfenidato inalterado apenas se modifica en caso de insuficiencia renal. Sin embargo, la excreción renal de PPAA puede estar disminuida. Administrado a dosis múltiplo (2 5 veces) de la dosis terapéutica en humanos, metilfenidato no afectó la funcionalidad reproductiva ni a la fertilidad. No se han observado evidencias de carcinogenicidad en rata. En ratón metilfenidato originó un incremento de los adenomas hepatocelulares en animales de ambos sexos, y sólo en los machos, hepatoblastomas. El significado de estos resultados en humanos es desconocido. Las evidencias obtenidas a partir de los estudios de genotoxicidad no revelaron especiales peligros para los humanos.
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Posología:
Los comprimidos deben administrarse por vía oral. La dosis debe individualizarse según las necesidades y la respuesta del paciente. Rubifen debe iniciarse con una dosis baja e ir aumentando gradualmente, a intervalos semanales, hasta alcanzar una dosis eficaz y bien tolerada. Debe tenerse en cuenta mantener la dosis tan baja como sea posible. No se recomiendan dosis superiores a 60 mg diarios. Si no se observa una mejoría de los síntomas, tras ajustar adecuadamente la dosificación durante 1 mes, deberá suspenderse el tratamiento. Si los síntomas se intensifican o se producen efectos adversos, la dosis debe disminuirse o, en caso necesario, abandonar el tratamiento. Rubifen puede administrarse tanto en presencia como en ausencia de alimentos junto con líquido. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niños mayores de 6 años y adolescentes: Iniciar con 5 mg 1 ó 2 veces al día (en el desayuno y almuerzo), incrementando la dosis y la frecuencia de la administración, si se considera necesario, a razón de 5-10 mg semanalmente. No se recomiendan dosis superiores a 60 mg diarios. La dosis total diaria debería administrarse en 2 ó 3 tomas. En los pacientes incapaces de conciliar el sueño y si el fármaco se quiere administrar tardíamente, deben tomar la última dosis antes de las 4 de la tarde. Nota: Puede ser conveniente suspender periódicamente el tratamiento con Rubifen para evaluar el estado del niño. Es posible que la mejoría persista incluso cuando el fármaco deja de administrarse durante un tiempo o permanentemente. El tratamiento con Rubifen no debe prolongarse durante tiempo ilimitado. El tratamiento con el fármaco se suspende durante o después de la pubertad. Cuando un niño en tratamiento con metilfenidato muestre mejoría y su estado parezca estable, el tratamiento se puede suspender periódicamente para evaluar la necesidad de continuarlo. No existe experiencia respecto al uso de metilfenidato en pacientes afectados de insuficiencia renal / hepática (ver Propiedades farmacocinéticas). Pacientes de edad avanzada: no procede.
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Modo de Empleo:
Instrucciones de uso/manipulación: Sin requerimientos especiales.
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Efectos Colaterales:
Los efectos adversos más frecuentes son nerviosismo e insomnio y se observan al inicio del tratamiento, pero se controlan disminuyendo la dosis o suprimiendo la dosis del anochecer. También es frecuente la disminución del apetito, que es transitoria. Otras reacciones adversas son: Comunes (1 - < 10%) : Alteraciones del sistema nervioso: Cefalea, somnolencia, mareos, discinesia, Alteraciones gastrointestinales: Dolor abdominal, náuseas y vómitos al iniciar el tratamiento, que puede aliviarse mediante la ingesta concomitante de comida. Sequedad de boca. Alteraciones del sistema cardiovascular: Taquicardia, palpitaciones, arritmias, cambios en la presión sanguínea y frecuencia cardíaca (habitualmente un aumento). Alteraciones a nivel cutáneo y subcutáneo: Picor, prurito, urticaria, fiebre, artralgia, alopecia. Raras ( 0.01 - < 0.1%): Alteraciones del sistema nervioso: Dificultades en la acomodación y visión borrosa. Alteraciones del sistema cardiovascular: Angina de pecho. Alteraciones generales: Ganancia de peso corporal moderadamente reducida. Muy raras (< 0.01%): Alteraciones del sistema nervioso: Hiperactividad, convulsiones, calambres musculares, movimientos coreo-atetoides, tics o exacerbación de los tics preexistentes, síndrome de Tourette, psicosis tóxica (algunas veces con alucinación visual o táctil), depresión transitoria, arteritis y/o oclusión. Muy raramente se han recibido informes de síndrome maligno neuroléptico (SMN). En la mayoría de estos casos los pacientes también habían recibido otros fármacos. Alteraciones gastrointestinales: Función hepática anormal, desde elevación de transaminasas hasta coma hepático. Alteraciones a nivel cutáneo y subcutáneo: Púrpura trombocitopénica, dermatitis exfoliativa y eritema multiforme. Alteraciones sanguíneas y del sistema linfático: Leucopenia, trombocitopenia y anemia.
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Contraindicaciones:
Metilfenidato se encuentra contraindicado: En caso de hipersensibilidad al metilfenidato o a alguno de sus excipientes. En presencia de ansiedad o tensión, ya que se pueden agravar estos síntomas. En pacientes con glaucoma; en pacientes con tics nerviosos o hermanos con este trastorno, historial familiar o diagnóstico de síndrome de Tourette. En pacientes con tics motores u otras alteraciones del movimiento. Si el paciente se encuentra en tratamiento con principios activos del grupo de los inhibidores irreversibles no selectivos de las Mono Amino Oxidasas (IMAO) o lo ha estado hace menos de 14 días, no deberá administrarse Rubifen, ya que se puede producir una crisis hipertensiva (ver sección Interacciones con otros medicamentos y otras formas de interacción). En pacientes con hipertiroidismo. En pacientes con angina de pecho. En pacientes con arritmias cardíacas. En pacientes con hipertensión grave. En pacientes afectados de depresión grave, anorexia nerviosa, síntomas psicóticos o tendencias suicidas, ya que el fármaco puede empeorar la situación. En pacientes con dependencia conocida a drogas o alcohol. En pacientes con personalidad psicótica e historial previo de agresión. En pacientes embarazadas o en período de lactancia (ver secciones Embarazo y lactancia y Datos preclínicos de seguridad).
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Advertencias:
Metilfenidato no debe utilizarse en la prevención o el tratamiento de casos de fatiga normal. La experiencia clínica indica que el metilfenidato puede exacerbar los síntomas de alteración del comportamiento y alteración de concentración en niños psicóticos. El metilfenidato debe administrarse con precaución en pacientes con historial conocido de drogodependencia o alcoholismo. El abuso crónico puede producir tolerancia y dependencia psíquica con diversos grados de comportamiento anormal. Pueden producirse episodios psicóticos, sobre todo en respuesta al abuso por vía parenteral. En caso de realizarse un uso abusivo de Rubifen, la retirada del fármaco deberá realizarse bajo supervisión médica, ya que puede originarse una depresión grave. Asimismo, la interrupción del tratamiento crónico con Rubifen puede enmascarar los síntomas de una alteración subyacente que podría requerir seguimiento por parte del médico. La experiencia clínica disponible indica que el tratamiento con Rubifen durante la infancia no aumenta la probabilidad de adicción durante la pubertad o la adolescencia. Se recomienda precaución en pacientes emocionalmente inestables, como en el caso de abuso de drogas o alcoholismo, debido a que tales pacientes pueden ingerir mayores dosis por propia iniciativa. El metilfenidato debe utilizarse con precaución en pacientes epilépticos. La experiencia clínica ha demostrado que un número pequeño de tales pacientes puede experimentar un aumento en la frecuencia de las convulsiones cuando se les administra metilfenidato. Si la frecuencia de las convulsiones aumenta deberá suspenderse la administración de metilfenidato. Hay signos clínicos de que en caso de predisposición a las convulsiones la probabilidad de que se produzcan aumenta con metilfenidato. Esto puede, por ejemplo, aplicarse a pacientes con historial de convulsiones o con anomalías en el EEG y sin historial de convulsiones y, en casos muy raros, se aplica a pacientes sin convulsiones ni historial de anomalías en el EEG. No se ha probado que el uso concomitante de metilfenidato y anticonvulsivantes sea seguro. Si se producen convulsiones debe cesar la administración del metilfenidato. El metilfenidato deberá utilizarse con precaución en pacientes con hipertensión. La presión sanguínea debe controlarse a intervalos apropiados en todos los pacientes que toman metilfenidato, en especial aquellos con hipertensión. Se recomienda cautela en el tratamiento de pacientes cuya condición pueda verse comprometida en caso de incremento de la presión sanguínea o el ritmo cardíaco. Raramente se han descrito síntomas de alteraciones visuales, así como de dificultades en la acomodación de la visión o visión borrosa. Se informa a los deportistas que este medicamento contiene un componente que puede establecer un resultado analítico de control del dopaje positivo. No existe experiencia en el uso de metilfenidato en pacientes con insuficiencia renal / hepática (ver Propiedades farmacocinéticas).
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Precauciones:
Embarazo y lactancia: La experiencia del uso de metilfenidato durante el embarazo es limitada. En los estudios con animales se ha observado que metilfenidato origina toxicidad en la reproducción (efectos teratogénicos) (ver Datos preclínicos de seguridad). El riesgo potencial en humanos no se ha establecido. De observaciones realizadas con humanos se desprende que las anfetaminas pueden ser peligrosas para el feto. El metilfenidato se encuentra contraindicado en mujeres en período de gestación (ver Contraindicaciones). En el caso de mujeres en edad fértil se recomienda la utilización de métodos anticonceptivos durante el tratamiento con metilfenidato. Por razones de seguridad, las madres lactantes no deberían tomar metilfenidato, ya que no se sabe si el citado principio activo y/o sus metabolitos se excretan por la leche materna. Efectos sobre la capacidad para conducir vehículos y utilizar maquinaria: Metilfenidato puede causar vértigo y somnolencia. Por tanto, es recomendable tener precaución al conducir, utilizar maquinaria o estar ocupado en otras actividades potencialmente peligrosas.
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Interacciones Medicamentosas:
Interacciones con otros medicamentos y otras formas de interacción: Metilfenidato no debe administrarse en pacientes que se encuentren en tratamiento con inhibidores no selectivos e irreversibles de la MAO, o que lo hayan estado en las 2 semanas anteriores (ver Contraindicaciones). Debido a posibles incrementos en la presión sanguínea, metilfenidato debe utilizarse con precaución en combinación con agentes vasopresores. Los estudios de farmacología han demostrado que el metilfenidato puede inhibir el metabolismo de los anticoagulantes cumarínicos, algunos anticonvulsivantes (fenobarbital, fenitoína, primidona), fenilbutazona y algunos antidepresivos (tricíclicos e inhibidores de la recaptación de serotonina). La dosis de estos fármacos puede tener que reducirse cuando se administren concomitantemente con el metilfenidato. Puede ser necesario ajustar la dosis y monitorizar las concentraciones plasmáticas del fármaco (o, en el caso de la cumarina, los tiempos de coagulación) al iniciar o interrumpir la administración concomitante de metilfenidato. Anestésicos halogenados: debido al riesgo de que se produzca un incremento inesperado de la presión sanguínea, en caso de intervención quirúrgica no deberá administrarse metilfenidato el día en que ésta deba llevarse a cabo. Metilfenidato puede también disminuir el efecto antihipertensivo de la guanetidina. La acción simpaticomimética inicial de la guanetidina y amantadina puede intensificarse. El alcohol puede exacerbar las reacciones adversas sobre el SNC de los fármacos psicoestimulantes, que incluyen al metilfenidato. Por tanto, se recomienda a los pacientes que se abstengan de ingerir alcohol durante el tratamiento. Los fármacos que alcalinizan la orina (incluyendo a la acetazolamina, diuréticos tiazídicos y bicarbonato sódico) pueden retrasar la excreción de anfetaminas, por lo que los efectos se prolongan. La administración de antiácidos empeora significativamente la absorción del metilfenidato. Se recomienda dejar transcurrir un tiempo entre la administración de un antiácido y la de metilfenidato (por ej. 2 horas).
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Sobredosificación:
Signos y síntomas: Los signos y síntomas que acompañan a una sobredosificación aguda por metilfenidato, originan principalmente una sobreestimulación del sistema nervioso central y simpático y pueden producir vómitos, agitación, temblores, hiperreflexia, contracción muscular, convulsiones (pueden ser seguidas de coma), euforia, confusión, alucinaciones, delirio, sudoración, sofocos, cefalea, hiperpirexia, taquicardia, palpitaciones, arritmias cardíacas, hipertensión, midriasis y sequedad de las membranas mucosas. Tratamiento: El tratamiento consiste en medidas de apoyo adecuadas. Proteger al paciente de que se autolesione y contra los estímulos externos que pueden agravar la sobreestimulación ya presente. Si los signos y síntomas presentes no son graves y el paciente está consciente, puede evacuarse el contenido gástrico por inducción del vómito o lavado gástrico. En presencia de sobredosificación grave puede administrarse un barbitúrico de corta duración antes del lavado gástrico. Para mantener una circulación y respiración adecuadas, debe remitirse a cuidados intensivos. En caso de hiperpirexia puede ser necesario medidas externas para disminuir la temperatura corporal. No se ha establecido la eficacia de la hemodiálisis extracorpórea o peritoneal en caso de sobredosificación por metilfenidato.
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Conservación:
Período de validez: Tiene un período de validez de 5 años para las dosis de 10 mg y 20 mg. Precauciones especiales de conservación: No almacenar por encima de 30 °C.
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Presentaciones:
Naturaleza y contenido del recipiente: Placas blister PVC/Al de 30 comprimidos.
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